pupila gustativa
Pupila Gustativa: Melina Frías
1. Tu primer recuerdo de una película.
Mi primer recuerdo tiene que ver con mi entrañable abuela Flora y es de cuando yo aún era demasiado pequeña como para estar sentada durante más de una hora en frente de una pantalla... Los abuelos venían a vernos muchos domingos. Traían caramelos de anís y se quedaban a comer. Y ocurría que después de recoger la cocina, yo quería seguir jugando con mi abuela, entonces mi madre me ordenaba que la dejase tranquilita porque ella tenía que dormir la siesta... La abuela Flora por el contrario me llamaba y me decía bajito que no me preocupase ¡Porque ella dormía con un ojo solo! Y con el otro podía seguir jugando conmigo ¡e incluso ver una película!. De manera que la primera vez que yo recuerde que intenté ver una película -de esas terribles que ponían en la sobremesa de los 80 en TV1- fue junto a mi abuela en el sofá de casa ¡pero con un ojo solo! Mientras con el otro trataba de quedarme dormida... Impresionante lo que sabían hacer los mayores en aquellos años. La primera ficción, sin embargo, que me enganchó como para tenerme sentada sin parpadear hasta que acabase no fue una película sino una serie: El pequeño vampiro, allá por el 86 u 87 calculo.
2. Sonrisas y lágrimas: una comedia y un drama.
Un drama, Leon, de Luc Besson. No sé si aquí "malamente" se traduce por El profesional. Me encanta. Un film del 94 que si no fuera porque Natalie Portman es una niña, podría creer que fue rodada 10 años más tarde. Portman por su parte no estoy segura de que se haya superado a sí misma desde aquel film. ¡Es que la niña es muy brutal!.
En la comedia me reconozco muy muy andaluza: Carmina y revienta o Carmina y amén (incluso El mundo es nuestro). Ese "Te voy a dar una patá en el coño que me voy a dejar la alpargata dentro" me parece de escuela. Me encantó ver esa espontaneidad andaluza en la pantalla y para mí, funcionó. No sé cuánto lo hiciera para un espectador del norte del país o con subtítulos para el extranjero. Y no sé ahora cuánto está de moda el personaje de Carmina o cuánto ya muy visto desde que está en parrilla televisiva; no he visto la serie. Pero me encantó y debo decir que disfruto sobremanera cuando me río en andaluz.
Por cierto, muy cansada ya de que el personaje de la jovencita andaluza, inocente y poco formada -lejos de quedarse en el pasado con Farmacia de guardia, si no me equivoco- siga en pantalla con Paz Padilla y la chacha de La que se avecina o cmo demonios se llame ahora. ¡No puede ser!. Vale que no tenemos un libro de gramática andaluza ni queramos la independencia. Pero de ahí a que de Despeñaperros para arriba bromeen a menudo con que tenemos que aprender a hablar, hay un puerto de montaña entero de ignorancia.
3. Esa película te encanta, pero te da vergüenza reconocerlo.
A decir verdad me puedo reír y entretener mucho con películas tipo Love Actually o 21 Jumps Street ¡y no me da vergüenza admitirlo! Hasta que me paro a analizar lo que acabo de ver e intento buscar un solo personaje femenino medianamente digno en toda la película... Es horrible.
21 Jumps Street es una película que puede marcar la adolescencia de muchos jóvenes, esto es, que años después se acuerden de ella como una de las favoritas o de las que más vieron en su época adolescente. Cuando en ésta los personajes masculinos protagonistas quieren ser policías y son los que crecen, son inteligentes y arriesgan su vida incluso si hace falta: son los que luchan. Luchan por todo ello y lo consiguen. Los personajes femeninos, en cambio, quieren estar guapas para que las elijan para ir al Prom -baile de fin de curso- son las que enseñan sus escotes, dan palmas al más fuerte y como mucho irrumpen borrachas en la escena final para gritar indignadas que ellos son unos indeseables. La chica de la limusina del final ya me entretengo en explicar...
Y Fair enough!. Cada uno puede hacer la película que se le antoje. Especialmente si la paga, el público la consume y es de hecho un producto rentable. ¡Faltaría más!. No es una queja ni para hombres ni para productores. Sino una llamada de atención porque de la calidad de este ejemplo que pongo, puede ser mucho más del 50% de lo que vemos y ven nuestros hijos, y estamos acostumbrados a consumirlo aceptando este tipo de planteamientos con suma naturalidad. Las personas necesitamos ídolos, personas que nos inspiren para querer ser como ellas, en lo profesional, en lo personal y en lo vital. Y las mujeres, siendo un aproximado 50% de la población, tenemos muchos menos de ellos en el cine, o tenemos muchos muy pobres, cerca del 2020 que estamos ya.
4. El mejor beso en una pantalla de cine.
A día de hoy no pienso que sean los mejores pero son los que me pillaron con 12 ó 13 años y estuvieron 3 días dando vueltas en mi cabeza: los besos entre Leo DiCaprio y Claire Danes en Romeo y Julieta.
5. El lugar más tenebroso (físico o no) que hayas pisado en una película.
1. La plaza de toros de Sevilla. Rodábamos Knight & Day con Tom Cruise y Cameron Díaz. Yo formaba parte del Departamento de Localizaciones y me encargaba, con un equipo de más de 100 personas, de controlar los accesos, las entradas y salidas de personas al set de rodaje. Este día los dobles de los personajes protagonistas iban en una moto y eran perseguidos por un toro en la plaza, hasta que estos salían por una de las puertas que daba a los pasillos internos de la plaza y ahí cortábamos. Había cuatro personas preparadas para cerrar las puertas justo cuando la moto salía del ruedo. Y ocurrió que, en una de las tomas, el toro venía tan cerca de la moto que cuando los compañeros estaban cerrando las puertas se avalanzó contra ellas y su fuerza fue mayor que la de ellos ¡así que se coló dentro!
Los actores al fin y al cabo eran especialistas, de manera que en aquel instante no me preocupé por ellos ¡sino por las tres personas que yo tenía cortando el transito de aquel pasillo. Y aún se me pone el vello de punta dos o tres veces seguidas cada vez que recuerdo mi grito por el walkie: "¡¡Posiciones 4, 5 y 6 está entrando un toro ¡PONEOS A SALVO!!". Qué horror, por favor. Y qué eterna la espera hasta que contestaron diciendo que efectivamente estaban bien... Como curiosidad diré que, de hecho y si no me equivoco, esta toma se ve en el film.
2. La entrada del Hotel del Sheraton. Estábamos rodando Wrath of the Titants y era la primera vez que yo trabajaba en el Departamento de Transportes, con lo cual no conocía lo importante que podía ser para algunos actores el tener digamos "un conductor/a propio" que fuese siempre el mismo. No eran ni las 6 de la mañana cuando un estupendo y muy muy amable Bill Nighy -que tenía sólo 3 jornadas- me dio los buenos días como los días anteriores y me preguntaba que qué tal estaba y otras cosas. Todo muy bien hasta que le invité a subir al vehículo que le esperaba para ir al set. Giró la cabeza mal y yo creí ver hasta los tentáculos del personaje que interpretaba Bill en Piratas del Caribe II: "¿Dónde diablos está mi vehículo?" me disparó... y yo, sin respirar: "Aah ah ¡ahí!". MIEDO.
Gracias al mundo que en aquella película tuve la suerte de trabajar codo con codo todas las mañanas allí en aquel hotel con el increíble Michael J. Stevenson, un grande de la ayudantía de dirección en el cine que ya era "segundo" allá por el 65 en el rodaje del Doctor Zhivago. Así que háganse un cálculo de lo que estamos hablando...
Michael me interrumpió rápidamente para explicar a Bill que había habido un problema con su conductor, que no tenía nada que ver conmigo, que lo estábamos solucionado rápidamente y que a lo largo del día se reuniría con él de nuevo. MAGIA. Al pulpo aquel monstruoso que yo estaba viendo le volvió la sonrisa amable que siempre nos regalaba -porque como compañero de trabajo es un tipo genial- nos dio las gracias, se montó en el coche y se fue. ALELUYA.
6. Esa frase de cine que te encanta decir en cuanto tienes la oportunidad.
No tengo ninguna frase de cine que lleve años repitiendo. Bueno sí, todavía digo "Sayonara, baby", de vez en cuando en el trabajo, de Terminator 2, Judgment Day (cuando quiero cortar la conversación y que alguno de mis trabajadores marche a hacer su cometido, seguramente porque me están entrando dos llamadas a la vez que veo dos emails nuevos...). Pero esa no cuenta porque en realidad los españoles debemos ser los únicos que la conocemos así. El resto del mundo dice "Hasta la vista, baby".
Creo que depende más bien de la peli que haya visto recientemente. Te diré que hace unos días vi Criminal, donde Kevin Costner es un presidiario sin sentimientos al que le implantan digamos, las habilidades, recuerdos, los valores y secretos de un agente de la CIA que acaba de morir. El tipo, que se ve puesto en la calle después de muchos años y que acostumbra a pedir un bocadillo a balazos, se encuentra de repente dando muestras de amabilidad incontrolada. Como pedir las cosas por favor, por ejemplo. Su reacción inmediata es divertida: "cheers!!!, who the fuck says cheers?" (Que es algo así como "¡¿gracias?!, ¿quién coño dice gracias?). No sé cómo habrá quedado en el doblaje al español. Esa es la que digo ahora.
Que con todos mi respeto a los que se dedican a ello y todo mi respeto a los que lo consumen. ¡Familia! Que nos estamos perdiendo la mitad de la interpretación, seguramente nos perdemos todo lo que no está doblado y lo que es de verdad importante: maleducamos a los más pequeños.
Luego eso sí, pagamos cuatro mil euros para que pasen una semana en Inglaterra en verano, a ver si aprenden inglés.
7. La banda sonora que siempre se repite en tu cabeza.
Habana Blues es la que interpreté varias veces cuando hacía teatro contemporáneo en Italia (2008) y aún canto en la ducha bien a menudo ¡y bien alto! Sé feliz es la favorita, la canción que canta esa señora estupenda de pelo blanco, "copazo" en mano, en el estudio de música improvisado en lo que parece el baño de la casa. Luego la interpretó Luz Casal, otra mujer de peso, y la incluyó en Vida tóxica (2007), el disco que grabó después de superar un cáncer de mama si no me equivoco.
También Upside Down de la película de Shortbus. Es una canción y una banda sonora completa que sigo poniéndome a menudo así pasen los años.
8. La primera película que grabaste en VHS con cinta adhesiva para poder hacerlo sobre el original.
No recuerdo la primera, ¡pero grabé muchas!. Lo que sí recuerdo muy bien es la primera película que alquilé en vídeo ¡Todo un acontecimiento!. Habían abierto un vídeo-club a un kilómetro de nuestra casa y mis padres compraron un reproductor de VHS (cuyo mando me parecía una cosa espectacular, dicho sea de paso). Mi hermana, siempre 9 años mayor que yo, me llevó con ella en la primera excursión en el coche con papá hasta aquel lugar y se abrió "una cuenta de mayores" allí. Alquilamos Dot y la ballena para mí y Top Gun para ella.
9. ¿Qué personaje de cine te gustaría haber sido?
Pippi Langstrump, por supuesto. Hoy día tengo la suerte de que un personaje propio me acompañe secretamente en la maleta allá donde voy. Es la divertida ¡un poco pirata! y siempre entrañable Guindilla Botones.
Cuando conocí a Johnny Depp quise pedirle un abrazo de Edward Scissorhands; pero nunca lo hice.
10. Un corto imprescindible.
No se preocupe, me viene de vez en cuando a la cabeza cuando estoy trabajando y lo he utilizado en clase para aprender a anticiparnos a todo lo que va a pasar después cuando estamos rodando y ser honestos cuando negociamos. Condiciones sine qua non para poder sentenciar con un NO, cuando es necesario.
Pero uno que me parecería imprescindible es uno que me encantaría hacer. Hubo un relato muy muy breve de Galeano que me dejó helada hace muchos años y que me encantaría ver en la pantalla. Se trata de un niño herido en un hospital que está tan sumamente solo que se levanta despacito de su cama y avanza por el pasillo, hasta que ve una enfermera y le dice: si encuentra a alguien ahí fuera, dígale que estoy aquí.
La sensación de estar absolutamente solo en el mundo es algo tan devastador que creo que uno no puede ni imaginar bien. Me gustaría proyectarlo y que pensásemos en esas personitas a diario, no sólo cuando leemos un relato conmovedor.
11. Un libro de cine que no falta en tu mesilla de noche.
¡Durante muchos meses fue el Inglés-Español, Español-Inglés. Y desde hace un tiempo no falta Movie Magic Budgeting ¡pero porque no lo toco, no porque lo haga a menudo...!.
Es difícil tener libros contigo cuando tu casa es una amable y silenciosa maleta de 23 kilogramos que te acompaña fiel donde quiera que vas, y debo decir que no soy amiga de los libros encerrados en una pantalla. Cuando los leo -y debo anotar que lo hago mucho menos de lo que me gustaría- me encanta rayarlos, tomar notas y pintorrear sobre ellos cosas sobre el lugar donde me pilla leyéndolos.
Cuando vuelvo a Málaga suelo tener cerca El guión de McKee -sin que ello desafortunadamente quiera decir que sepa escribir guiones-; siempre un libro de iluminación -que hace tiempo que no la ejerzo- y Alicia en el país de las maravillas. Este último para tener presente que todas y todos, con esfuerzo, podemos conseguir lo que nos propongamos.
La anécdota es, que cuando llegué a Inglaterra (Febrero, 2010) no tenía amigos ingleses con los que poder empezar a practicar ¡aquello que había estudiado en el instituto años antes!. De manera que hice lo que otras veces cuando he querido aprender una lengua en un país extranjero: comprar un libro para niños para leerlo en voz alta en casa ¡para empezar a escucharme pronunciar en tal idioma de alguna manera! -yo estas cosas no debería confesarlas-.
Total, que después de escoger uno completamente infantil (vamos, para niños de 6 años ¡para que nos entendamos!) quise elegir uno ¡una "mijilla" más de mayores! Y elegí Alicia en el país de las maravillas, que me parecía tener un poco de las dos cosas. Y mientras hacía cola para pagarlos, soñando con saber inglés un día, acariciaba una pegatina brillante y suave que traía aquel libro en la portada con la cara de Johnny Depp invitando a ver la película que no hacía mucho que se había estrenado. ¡Y la vi! La vi algunos meses después dentro de una caravana mal aparcada en la que viví algunas semanas con mi primer trabajo en unos estudios de cine en Londres.
Lo increíble es que menos de un año después (Enero 2011) estaría trabajando como eléctrico unos días para Frankenweenie (de Tim Burton), con la fotógrafa que había hecho la foto de la pegatina de aquel libro.
Trabajé con ella para el photo-shooting donde se diseñó todo lo que después sería el Merchandising de la película. Fue una sensación genial de felicidad de verme allí, ayudando a tomar decisiones, por primera vez en un film de Tim Burton, por primera vez contemplando un rodaje de stop motion de grandes dimensiones y por primera vez "con un walkie en inglés". "It's up to Tim" decían por walkie, y yo no me lo podía creer. Le agradezco muchísimo a Simon Jacobs que me dio la oportunidad de disfrutarlo. ¡Y ahora claro! Cada vez que me cruzo con alguien que lleva una camiseta de uno de los personajes de la película sonrío de oreja a oreja porque estuve allí donde nacieron.
Y por supuesto que no pasé de la segunda página de aquel libro en aquel momento ¡buscaba una de cada 3 palabras en el diccionario! Logré leerlo mucho después.
12. Visité esta ciudad por la película...
Inferno. Había estado varias veces en Italia pero por unas cosas u otras nunca había tenido la oportunidad de descubrir la bella Firenze (Florencia), conocida por ser seguramente la más bonita o de las ciudades más más bonitas del país. Y fue hace dos años, en 2015, que estaba a punto de volar a España después del rodaje de James Bond en Roma, cuando tuve la suerte de que me ofrecieran trabajo como Jefa de Transportes de la Segunda Unidad de rodaje allí. Y aunque moría por llegar a Málaga, ¡no pude decir que no! Gracias a ella tuve la oportunidad de trabajar de nuevo con un equipo de rodaje italiano que adoro y descubrir junto a ellos la arquitectura mágica de la ciudad, como es el Battistero di San Giovanni, los Jardines de Boboli, la Galería Uffizi y lo más especial, el misterioso pasadizo que une estos dos últimos pasando por el increíble Ponte Vecchio: el Corredor Vasariano. Un pasillo de 1,2 kilómetros lleno de obras pictóricas en las paredes que se muestra cerrado al público permanentemente (sólo admite un determinado número de visitas al año).
La ciudad está llena de sorpresas. Con decir que durante semanas para mí, la Basílica de la Santa Croce -¡una de tantas, ¿no?!- era simplemente el lugar donde aparcaba mis camiones. ¡Ojo!, no el impresionante lugar donde yacen los restos de Galileo Galilei, Dante, Miguel Ángel ¡y otros enormes genios de la historia!. No lo descubrí hasta el día libre después de acabar el rodaje.
Leí el libro justo después del rodaje y me gustó mucho. Inferno es la tercera entrega de la saga de Ron Howard -después de El código Da Vinci y Ángeles y demonios- y la película que me ha dado la oportunidad de descubrir esta ciudad tan "recogidita" como espectacular.
13. Un actor desaparecido al que habría que recuperar.
Paul Walker. Considero que ser profesional como actor/actriz no significa únicamente conseguir buenos resultados en cámara, dormir en la alfombra roja y mantener tu buen cuerpo y tu cara joven hasta los 70 años. Desde mi punto de vista ser actriz/actor profesional significa muchas otras cosas más importantes, como ser puntual todos los días, saber esperar, saber adaptarse a los cambios, a los lugares y lo que es más importante: saber comprender, trabajar con y respetar al resto de los compañeros y compañeras del equipo técnico y artístico. Entre otras cosas porque seguramente todos ellos estén haciendo todo lo que esté en sus manos para que luzca impresionantemente bien en el plano y conquiste de nuevo a su público.
¡Dicho esto! Paul Walker ha sido buen actor y muy buen compañero de trabajo. Silencioso, sonriente, atento e independiente. Estuve con él más directamente en su último día en Fast & Furious VI, cuando dejaba la isla en la que estábamos rodando. Tuve que asistirle a él y a su equipo (guardaespaldas, asistente o fisio y conductor, creo que eran) en su vuelo privado. Y coincidió con que su conductor (venido desde Inglaterra) con el que yo aún no había coincidido en el rodaje, me había conocido algunos años atrás en UK ¡cuando yo era la joven española que conducía camiones en los estudios de cine! Con lo que se alegró mucho de verme y de que ahora estuviese coordinando el departamento ¡y nos dimos un abrazo, claro! Paul se alegró, me felicitó también ¡y me llevé dos besos por ello!.
La siguiente vez que trabajé en un proyecto donde el nombre de Paul Walker estaba en la orden de rodaje fue dos años más tarde en Fast VII, cuando él ya había fallecido. Y es que detrás de las cámaras tiene lugar otra gran impresionante película. Y se agradece mucho compartirla con buenos compañeros de trabajo. Agradezco infinitamente tener muchos de ellos, porque si no, todo el esfuerzo no merecería la pena. Las películas están hechas por y para personas. Sería bueno no perder esto de vista.
Emiratos Árabes es un país muy nuevo que enloquece con los coches y traía a muchísimos fans a las inmediaciones del rodaje. Sin embargo Star Wars VII, que rodábamos unas semanas más tarde prácticamente en el mismo lugar ¡no le decía nada a nadie!!! Muy curioso.
Un ejemplo de que es verdad lo que digo. La chica que conducía a los maquilladores y estilitas de Paul cada día al set de rodaje se llama Raquel y es un encanto. Pues bien, en el día de su cumpleaños le prepararon una pequeña sorpresa y la llamaron a la caravana donde trabajaban, como tantas otras veces para llevar algo o a alguno de ellos, al hotel o a algún otro lugar que necesitasen ir. Esta vez estaba Paul Walker dentro para felicitarla y hacerse una foto con ella.
14. Un nuevo talento que no vas a perder de vista.
William Poulter. Le conocí en el desierto el año pasado, después de que hubiese él ya rodado The Revenant pero antes de que yo la hubiese visto. Estaba yo preparando el rodaje de una película que aún no hemos visto en el cine: War Machine, una comedia de Brad Pitt. Muy interesante verle actuar en directo.
William formaba parte de un grupo de ocho actores que llegaron antes de rodar para ser entrenados en un campo de entrenamiento militar -que luego veremos en la gran pantalla- todos los días, para los cuales me pidieron que consiguiese un autobús normal "tirando a mal aspecto" y que no fuesen tratados con ninguna atención especial extra o con coches de mayor gama que se suelen utilizar con los actores/actrices. El objetivo era que les hiciésemos sentir militares desde que ponían un pie fuera del hotel de 5 estrellas. Me pidieron también que tuviese plátanos en el vehículo para que pudiesen comer antes de llegar al entrenamiento. Y es que estábamos hablando de las 5 de la mañana y a esa hora, en preparación, no estaba abierto el desayuno en el hotel.
Lo consiguieron muy bien. Hicieron que el grupo estuviese muy unido, en el que ninguno, en ningún campo de batalla dejaría a ninguno de sus compañeros atrás y era Will de alguna manera un poco el líder de todos ellos. Siempre enérgico y amable por las mañanas, saludando con cariño, preguntando cómo había dormido y cómo iba todo cada día y cuidando de sus compañeros. Tanto es así que cuando alguna vez ocurrió que uno de los compañeros se quedara dormido y llegaba tarde me suplicaba que no enviase al set el vehículo con los compañeros que habían llegado a su hora y ya estaban allí esperando ¡porque claro, parte de mi trabajo es estar preparada para que siete actores no tengan que llegar tarde por culpa de uno! Me decía que si se iban sin él, éste sería castigado por quedarse dormido, así que le esperarían entre todos. Hasta el punto de decirme, ¡pues nos bajamos todos del vehículo! ¡Ya puedes enviarlo!.
Era muy chulo verles entrenar desde mi oficina en el campamento base, donde descansaban entre planos cuando estábamos rodando, y ver cuánto habían conseguido. Sus movimientos eran ahora mucho más fuertes y exactos... Y fue allí en aquella caravana en el norte de los Emiratos Árabes que pensé en varias ocasiones: este chico brilla y va a llegar todo lo lejos que quiera ¡No me lo pierdo! William es un joven muy profesional tanto dentro como fuera de la pantalla ¡Tengo que seguirle la pista!.
15. Mucho ruido y pocas nueces: una idea para sacar adelante la industria cinematográfica española.
En realidad me enveneno cuando toco este tema... Es muy simple. Bastaría con que en España pudiésemos contar con todo ese dinero que aportamos entre todos y lamentablemente se reparten entre unos pocos impresentables. Menos ego y más buena gente, es lo que necesitamos. Si los impuestos que pagamos se invirtiesen íntegros en nuestro país, podríamos doblar la plantilla de los hospitales públicos, la de los colegios y unidades de formación públicas de todo el país, así como ofertar ayudas para todo tipo de proyectos culturales.
Estoy de acuerdo con que el gobierno, sea del color que sea, rebaje los impuestos de algo que es cultural y necesario para su pueblo. Pero no considero que sea un problema político sino de valores. Porque a menor escala, todo funciona de la misma manera. Sin ir más lejos los mandatarios del bloque donde mis padres tienen un local, se embolsan prácticamente mil euros cada vez que se pinta el bloque o se realiza alguna mejora del género en el edificio ¡Y se sabe! Pero no se puede demostrar. Y así ocurre en ayuntamientos y otros millones de estamentos públicos de España. En las productoras también, que sería bueno que fuesen honestas con sus números cuando presentan proyecto a subvención pública... Estamos faltos de buena gente para que todo, incluido el cine, funcionase de otra manera. De una manera mejor.
Y en la buena gente está la educación y en la educación el cine... ¿Pescadilla que se muerde la cola? Diría que, para no echar balones fuera, podríamos empezar por ahí, por lo que sí está en nuestras manos, que es producir un cine nacional más consciente. Y yo haré todo lo que esté en mi mano por colaborar con ello.
Melina Frías
Educación y Producción
Biografía
Andaluza (Torrox-Costa, 1983) trabajadora, sonriente y feliz.
Convencida de que los días están para amar, ayudar y disfrutar a otras personas, todo a la vez. Pasa sus primeros años en la heladería de su familia, se independiza con 16 y se licencia con 22 (Comunicación Audiovisual, 2005) por la Universidad de Málaga. Desde entonces, ha participado en proyectos grandes y pequeños, audiovisuales y teatrales, en distintos países e idiomas, desarrollando labores de producción en la mayor parte de ellos. Omán, Chile, Marruecos, China, Emiratos Árabes, Piratas del Caribe IV, Frankenweennie de Tim Burton, Misión Imposible V, Fast & Furious VI y VII, James Bond (Spectre), e Inferno de Tom Hanks, entre otros. La mejor película de su vida sin embargo ha sido la aventura de cuidar a su madre y "ésta otra en la que se convierte tu vida cuando la dedicas al mundo y al cine".
Apasionada del trabajo en equipo y comprometida con la educación ahora, acaba de regalarse unos meses en Málaga para cuidar de su familia y arrancar su primer proyecto en firme con Motivación Audiovisual.
En el futuro más próximo, el rodaje de la próxima entrega de Star Wars en Italia. En el horizonte la serie Helga y Flora en la Patagonia chilena.
Enamorada del planeta, viaja con nariz roja y globo terráqueo siempre a mano. "Casa es Málaga y allá donde una pone los pies, porque somos habitantes de un mismo, impresionante y salvaje lugar que se llama Tierra".
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