Tras una noche de juerga, Julia y Julio se despiertan juntos en la casa de ella. No se conocen de nada y no recuerdan nada de la borrachera que se pillaron. Algo extraño ocurre: la ciudad está completamente desierta... Y un gigantesco ovni está flotando sobre ella. La locura y el caos terminan de llegar cuando hacen acto de presencia en el apartamento el novio de Julia y su vecino, un perdedor bastante friki que está enamorado de ella. La temida invasión alienígena no va a ser el peor de los problemas de estos cuatro personajes...

Extraterrestre, el segundo filme de Nacho Vigalondo tras la excelente Los cronocrímenes, me ha resultado esencialmente divertido, pero también finalmente decepcionante en su conjunto debido a que, tras su envoltorio de ciencia ficción, no se encuentra más que otra comedia española de situación de chicos-pelean-por-chica con aires televisivos y sin nada nuevo que ofrecer salvo su supuesto toque fantástico, que después de tantas vueltas no termina por asentarse y casi acaba siendo una excusa sin demasiada importancia para la trama principal.



Y es que los "extraterrestres" de Extraterrestre se anuncian, pero no están por ninguna parte. ¿Que esto podría ser un handicap? Por supuesto, pero no estamos ante un filme de terror que explote la sugerencia por medio de "lo que no se ve", estamos ante una comedia supuestamente de ciencia ficción que no explota esa ciencia ficción y que termina siendo una comedia más, sin más. De hecho, yo nunca habría ido a ver una película como Extraterrestre si no hubiese sido por lo atrayente de su propuesta inicial que no culmina, porque hace muchísimo tiempo que no gasto mi dinero ni mi tiempo en comedietas españolas (qué quieren que les diga, por norma general no me hacen ninguna gracia y me resultan mediocres en todos los aspectos). Por eso me decepciona esta película, porque me esperaba algo más en su trama que un simple ovni plantado como un pasmarote en el centro de la ciudad y los personajes televisivos de siempre haciendo los gags televisivos de siempre.

Más allá de las locas relaciones entre el quinteto protagonista de Extraterrestre, no hay más en la segunda creación de Nacho Vigalondo para las grandes salas. Me hizo gracia, sí. Me resultó simpática, pues también. Y los actores están muy bien, muy divertidos. Pero esta película se podría haber hecho sin la excusa de los marcianos de turno y habría quedado exactamente igual. Se queda uno con cara de tonto cuando, después de tantas carreras, tantos golpes, tanto cachondeo, la supuesta invasión de otro planeta se queda en nada, pero en nada de nada. Y eso es muy facilón: con la excusa de que no es lo más importante, la premisa del filme termina siendo casi una anécdota. A mí no ve convence y por eso Extraterrestre, muy divertida y con un humor a caballo entre surrealista, absurdo y canalla más o menos efectivo, me resulta finalmente decepcionante y muy fugaz.