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Mira mi voz
por José Manuel Albelda
Sound of my voice (Zal Batmanglij, 2011) es una de esas películas que deja el cuerpo con un desasosiego similar al que se experimenta después de haber visto Another Earth (Mike Cahill, 2011) o Martha Marcy May Marlene (Sean Durkin, 2011). Lo más curioso es que, más allá de que estas tres cintas provengan todas ellas del cine independiente y que hayan sido estrenadas en 2011, tienen también entre ellas otros nexos que las hermanan: si Sound of my voice y Another Earth comparten actriz, guionista y productora, la brillante y mesmérica Brit Marling, Sound of my voice y Martha Marcy May Marlene se adentran en el asfixiante microuniverso de las sectas.
Decía que son curiosas todas estas coincidencias porque sólo he sido consciente de que existían después de haber visto estas tres películas, las cuales llegaron hasta mí por cauces distintos y aleatorios (una de mis manías es tratar de ignorar a priori, deliberadamente y con toda la intensidad de que soy capaz, todos los detalles relativos a cada película que me recomiendan).
En cualquier caso, centrándome en Sound of my voice, la más sencilla y menos ambiciosa, quizá, de estas tres cintas, uno tiene la sensación como espectador, desde el minuto 1 de la película, de que se le invita a realizar un descenso a los infiernos de la ambigüedad: Peter y Lorna, dos nuevos adeptos de un extraño culto acuariano que tiene su refugio en un confortable sótano en un lugar de Los Ángeles, son introducidos en el grupo y presentados a su líder, la frágil y magnética Maggie, una misteriosa joven que afirma provenir del futuro, nada menos que del año 2054. No tardamos en descubrir que Peter y Lorna son en realidad dos freelancer infiltrados que realizan un reportaje de investigación sobre sectas. Da igual: el personaje de la líder, de Maggie, vulnerable, fascinante, carismático, nos tiene ya tan atrapados como a Peter y Lorna: queremos saber más sobre ella, necesitamos entender si puede haber algo de verdad en lo que dice (muy atentos a la memorable secuencia en que uno de los adeptos del grupo le pide a Maggie que les cante alguna canción de su época, esto es, del futuro).
No detallaré más pormenores de la trama para no hacer spoiler de la cinta; sólo diré que allá donde K-pax (Iain Softley, 2001) o Terminator (James Cameron, 1984) fracasaban argumentalmente, en cambio, Sound of my voice consigue salir airosa: no sólo se trata de imprecisiones calculadas ni de desenlaces abiertos, sino de que toda la película se desarrolla en delicado equilibrio entre la sugestión y la persuasión. El hecho de que sea una cinta independiente rodada con poco presupuesto y en poco tiempo (menos es más) contribuye sin duda a que la atmósfera, entre minimalista y claustrofóbica, nos hipnotice con abrumadora credibilidad hasta el minuto 85 de su metraje, es decir, hasta el final. Sí: lo que tiene que decir Batmanglij lo dice de forma concisa y sin rodeos, dosificando la información milimétricamente, detalle que se agradece. En lo que respecta a la dirección, lo esperable en una peli indie de estas características: soundtrack impecablemente hipnótico, abundante cámara en mano, casting procedente, actuaciones contenidas y solventes, voz en off allá donde se precisa y un balance perfecto entre diálogos y silencios.
Por otra parte, Sound of my voice no moraliza, como sí lo hacía Martha Marcy May Marlene; no dice: "cuidado, las sectas son terribles, pueden destruirte". En Sound of my voice se da por supuesto que el espectador es adulto y que conoce los peligros obvios de este tipo de grupos, que sabe que si acerca la mano al fuego puede quemarse. Quizá, por ello, una de las particularidades más desconcertantes de Sound of my voice es que sus protagonistas son libres en todo momento de abandonar el sótano donde tienen sus encuentros con Maggie, la líder del grupo: pueden salir al exterior, desenvolverse en su vida normalmente, relacionarse con el mundo, pensar críticamente... La cuestión es que Peter, Lorna y nosotros, los espectadores, -lo decía antes- estamos tan atrapados por la trama de la película que, una y otra vez, como el conejo, regresamos de vuelta al sótano, quién sabe si devenido en madriguera, en trampa mortal o en útero materno.
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Sound of My Voice
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Título original:Sound of My Voice
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Dirección:Sound of My Voice
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Año de producción:2011
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Nacionalidad:USA
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Duración:85
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Género:Drama
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Fecha de estreno en España:2012-04-27
José Manuel Albelda
José Manuel Albelda nació en Madrid en el año del estreno de THX1138, "Muerte en Venecia y La naranja mecánica. Es periodista y está especializado en la dirección de documentales y reportajes de largo formato. Ha presentado y dirigido programas radiofónicos de crítica de cine y disecciona la Historia del Séptimo Arte en decenas de rebanadas dentro del blog La vuelta al cine en diez películas.
Ha impartido cursos y masters en varias universidades de Madrid y actualmente es miembro de la Academia de Televisión. Ha escrito, dirigido y estrenado un par de obras de teatro, El casting y La película de tu vida, y desde 2001 (es casualidad la fecha, coincidente con el nombre de su película favorita) compone bandas sonoras para cortos y cabeceras de televisión. Actualmente está escribiendo una novela titulada El paciente cinéfilo.
Kubrick, Wenders, Tarkovski, Ozu, Kurosawa, Dreyer, Truffaut, Hitchcock, Ford y Lang, le han enseñado a desconfiar de la impostura en el Séptimo Arte y a discriminar la paja del grano.
Ama el sonido de su Fender Stratocaster casi con la misma intensidad que La palabra, Los siete samuráis y La delgada línea roja.
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