Documental sobre la posible vida del fantasmal personaje de Arthur Cravan (nacido en 1886 y desaparecido en 1918), poeta, boxeador, posible pintor y sobre todo bohemio insobornable que, siendo sobrino de Oscar Wilde, amante de la poetisa Mina Loy o amigo de los grandes artistas del París de su tiempo, desapareció sin dejar rastro en el Golfo de México tras embarcarse hacia Buenos Aires.



El gerundense Isaki Lacuesta, maestro del documental, debutó en 2002 con Cravan vs. Cravan, una de las obras de este género más personales e inclasificables que, anclándose tanto en la realidad como en la ficción (o posible ficción), reconstruye la posible historia de Arthur Cravan, un personaje inimitable cuya existencia fantasmal está documentada en diversas y variadas fuentes y formas, pero en todas ellas únicamente a través de breves retazos aislados o casi perdidos de información sobre lo que pudo ser su vida.

Bohemio de hierro total y ejemplo absoluto de este estilo de vida, Cravan fue poeta dadaísta, posible pintor, crítico de toda clase de artes, editor de una revista durante un breve tiempo y boxeador (y aventurero en líneas generales), y buscó siempre convertir su propia vida en arte, lo que le llevó a ejercer miles de oficios diferentes (según él mismo, desde marinero hasta recolector de naranjas pasando por leñador, chófer o "encantador de serpientes" y "rata de hotel") y a realizar montones de viajes. Tras haber vivido en lugares tan variados como París, Barcelona, Nueva York o México, desapareció en el Golfo de México tras embarcarse hacia Buenos Aires. Nadie supo nada más de él, que fue amante de la poetisa Mina Loy y amigo de grandes como André Breton, Marcel Duchamps o Francis Picabia (y por cierto, que de casualidad también fue sobrino de Oscar Wilde, lo que no hace sino levantar todavía más su leyenda).



El igualmente poeta y boxeador Frank Nicotra es el guía de este documental: la cámara de Lacuesta le sigue a través de los lugares por los que supuestamente llegó a pasar Cravan mientras va recogiendo las opiniones enfrentadas de todo aquel que tenga algo que aportar sobre la vida del inclasificable personaje.

Imágenes de archivo de Cravan (a veces de mala calidad) entre las que se encuentran combates de boxeo o fotografías de él o de sus conocidos y seres queridos y hasta recortes de periódico o carteles antiguos se dan la mano con el propio seguimiento de los pasos de Nicotra, con fragmentos de películas de otros autores de la época (como Entreacto de René Clair) e incluso con representaciones que ayudan a completar la silueta del personaje ante la falta de material.

La reconstrucción, a medio camino entre lo claramente documentado y la pura evocación que hace Lacuesta de este bohemio insobornable es una de las más apasionantes de la historia del documental no sólo español, sino de más allá. Un Cravan se enfrenta a otro Cravan, como en su combate de boxeo, y el espectador no deja de maravillarse ante cómo de un rastro mínimo se puede construir una mitología completa anclada, precisamente, en la realidad. Inmejorable debut de este director que hoy es uno de los más reputados documentalistas españoles.